Los fondos de recuperación y resiliencia llegan a la I+D+i empresarial. Este año la partida propuesta para I+D+i en los Presupuestos Generales del Estado ha sido de 11.483 millones de euros, lo cual supone un aumento de casi un 75% con respecto al año anterior. De esta forma, el I+D+i pasa a significar ahora un 2,5% del presupuesto total, frente al 1,8% del año anterior. Son cifras que se refieren sólo al I+D+i civil, que en estos presupuestos representa el 93% del gasto total de I+D+i, quedando un 7% en I+D+i militar. Lejos quedan esas críticas que afirmaban que “hablan de I+D pero todo se lo lleva el ejército”, por fin estamos en tiempos en los que el I+D civil gana la partida por goleada.
En los PGE presentados recientemente se incorpora un adelanto de los fondos provenientes del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia, que en el caso de la política de l+D+i supone una dotación aproximada de 4.751,8 millones de euros.
Es importante destacar que, gracias a estos fondos europeos, prácticamente todo el incremento en I+D+i, hasta un total de 3.536,6 millones de euros, se plasma en forma de subvenciones; mientras que el incremento en forma de préstamos corresponde a tan solo a 74, 1 millones de euros. De esta forma se produce finalmente el sorpasso esperado: las subvenciones disponen de una mayor dotación que los préstamos. La petición por parte de las empresas es ya clara: que se mantenga la proporción actual una vez consumidos los fondos y que ésta no se quede en un mero espejismo temporal. Se trata de una demanda que hace años venía haciendo la Comisión de I+D de CEOE, donde AVS Consulting mantiene una presencia muy destacada. Una vez lograda habrá que intentar conseguir que no cambien las tornas cuando se hayan agotado las ayudas europeas y que el Gobierno ‘de turno’ siga apostando por las subvenciones frente a los préstamos para ayudar a las empresas a seguir invirtiendo en innovación. No parece que vaya a ser tarea fácil.
Así, el Gobierno ha presentado en el año 2020, y tras tres años de prórrogas, el presupuesto más favorable de la historia para la Ciencia y la Innovación. Parece que poco a poco nos vamos concienciando de la importancia de la I+D+i para la política económica del país, y de cómo en momentos de profunda crisis puede ayudar a recuperarnos sin salir dañados ‘de muerte’.
Entre las instituciones dotadas con presupuestos superiores a los de años anteriores están el CSIC, con 906 millones de presupuesto no financiero; el Instituto de Salud Carlos III, con 403 millones, excluidos los créditos financieros; la Agencia Estatal de Investigación, que amplía presupuesto hasta los casi 826 millones; y el CDTI, cuya partida ha aumentado hasta los 1.505 millones de euros, reforzando su importante papel como organismo impulsor del tejido empresarial más innovador de nuestro país, por excelencia.
En una presentación de los presupuestos en rueda de prensa, el Ministro de Ciencia, Pedro Duque, afirmó que «estos presupuestos demuestran que la I+D+i es prioritaria para el Gobierno». Pero nadie mejor parado que el propio Ministerio de Ciencia e Innovación, que gestionará un total de 3.232 millones de euros del presupuesto destinado a I+D+i, con un aumento de 1.204 millones de euros respecto al año pasado.
Las empresas deben aprovechar este momento, complicado pero favorable, en el que tanto a nivel nacional como desde Europa se están concediendo más fondos y recursos que nunca para incentivar su apuesta por la I+D+i. Son tiempos convulsos, pero tiempos de ponerse manos a la obra, de establecer estrategias, planificar objetivos, definir a dónde queremos ir, hasta dónde queremos llegar, y cómo lo queremos hacer. A partir de ahí, y quizás acompañados de un experto en la búsqueda de ayudas, cabe analizar cuáles son nuestras opciones, a qué organismos podemos acudir, cómo y cuándo debemos hacerlo. Y de esta forma optimizar la financiación de nuestras actividades más novedosas, combinando las ayudas que podemos percibir por ellas, con los incentivos que más tarde nos podremos aplicar. Muchas empresas verán probablemente ese camino como demasiado tortuoso y complicado para ser recorrido, pero es posible y valdrá la pena haber llegado al fin perseguido. Muchas veces el camino se hace más fácil con el compañero de viaje adecuado. La empresa debe centrarse en lo que sabe hacer, y es aconsejable que busque a un experto en gestión de ayudas públicas para optimizar la gestión y financiación de sus actividades más innovadoras.
Quizás por primera vez en nuestra historia podemos afirmar que comienza a verse un cambio de rumbo, que la I+D+i comienza a cobrar importancia real y que somos conscientes de que sin invertir en innovación no seremos capaces de salir adelante como país europeo de primera; como lo que hemos llegado a ser y lo que queremos seguir siendo pese a la dura crisis que nos está arrasando. Quizás porque lo hemos ido aprendiendo con el tiempo o quizás porque nos lo están ‘haciendo aprender’ desde Europa: la verdad es que los 140.000 millones pendientes de confirmación por parte de Bruselas pesan mucho, y tenemos que dar y ser ejemplo de país moderno que apuesta por la innovación, la digitalización y las políticas sociales. Y esos tres pilares, principalmente, tenían que verse reflejados en nuestros eternizados presupuestos. Por fin unos presupuestos nuevos y que han sabido contemplar lo que se nos exigía veladamente desde la Unión Europea. Ahora sí parece que estamos comenzando a hacer bien los deberes: una apuesta firme y sin tapujos por la Ciencia y la Innovación, por el I+D+i, por la digitalización, por la industria y por la modernización de nuestro tejido empresarial. Queda mucho por hacer, pero hemos comenzado a dar los primeros pasos en la buena dirección en lo que a Investigación, Ciencia e Innovación se refiere.
Artículo de Mónica Aguilar
Socia Directora AVS Consulting Madrid
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